Etiqueta: fotografía con luz dorada

  • Atardecer en la Villa de Guadalupe: Una Tarde de Noviembre con mi Nikon D80

    Atardecer en la Villa de Guadalupe: Una Tarde de Noviembre con mi Nikon D80

    Noviembre de 2010. Aún lo recuerdo con claridad. El aire fresco comenzaba a sentirse más pesado, típico del otoño en la Ciudad de México, y yo tenía entre manos a mi fiel compañera: una Nikon D80, con su clásico sensor CCD, lista para capturar algo más que imágenes: memorias.

    Recien llegado de mi ciudad Lima; ese día decidí visitar la Villa de Guadalupe, no como peregrino, sino como observador. Iba en busca de luz —literal y figuradamente— y vaya que la encontré. La hora dorada me regaló un espectáculo digno de su nombre. El sol, ya inclinado, teñía las fachadas y los adoquines con tonos cálidos, anaranjados, casi místicos. Esa luz tenue pero vibrante que los sensores modernos intentan replicar, pero que solo un CCD de esa época sabe traducir con alma.

    El encanto del lugar y del momento

    La Basílica, imponente como siempre, se alzaba entre la multitud y el murmullo constante de rezos y pasos. Pero mi mirada se desviaba a los pequeños detalles: los vendedores de veladoras, los fieles arrodillados en silencio, los niños correteando por los pasillos laterales. Todo era movimiento y quietud al mismo tiempo.

    La Nikon D80 respondió como esperaba: colores profundos, sombras suaves, una textura en el aire que parecía pintada con pincel de óleo. Me detuve en las escalinatas frente al atrio y disparé. Luego en el corredor lateral, donde la luz rozaba apenas las columnas. Una y otra vez, hasta que el sol dijo basta.

    Un sensor con alma

    Podría hablar de ISO, del rango dinámico limitado comparado con los sensores modernos, de cómo tuve que cuidar cada exposición porque el margen de error era mínimo. Pero no quiero hablar de limitaciones técnicas. Quiero hablar de carácter. La D80 no perdonaba, pero cuando acertabas, te lo premiaba con fotos que parecían respirar.

    Revisando las imágenes años después, noto algo curioso: no son solo recuerdos. Son como cápsulas emocionales. Y creo que eso tiene mucho que ver con el momento… y con la cámara.

    Cierro con una galería

    A continuación dejo una selección de esas fotos tomadas al atardecer en la Villa. Algunas muestran la majestuosidad arquitectónica, otras capturan instantes más íntimos, casi invisibles si no estás atento. Todas llevan el sello de esa tarde mágica de noviembre y de una Nikon D80 que, hasta hoy, se niega a ser olvidada.


    ¿Tienes una Nikon D80 o una cámara con sensor CCD? ¿Te ha pasado que una foto tuya te lleva de regreso al instante exacto en que la tomaste? Cuéntamelo en los comentarios.

  • Kitesurf en Paracas: viento, luz y ráfagas con la Olympus E-520

    Kitesurf en Paracas: viento, luz y ráfagas con la Olympus E-520

    Paracas no decepciona. El viento sopla parejo casi todo el año, y cuando cae la tarde, la luz se pone alucinante. Me fui unos días con la idea de relajarme, hacer algo de kitesurf y desconectarme. Pero me llevé la Olympus E-520 con el Zuiko 40-150mm “por si acaso”, y al final no pude evitar sacar la cámara.


    Vista general del spot de kitesurf, velas en el aire, polvo en suspensión

    Atardecer en Paracas. Las condiciones estaban perfectas: viento constante, buena luz y cometas por todos lados.


    Fotografiar a contraluz

    Busqué ubicarme con el sol detrás y el mar al frente. Activé el modo RAW, usé ráfaga (limitada, pero útil si apuntas bien), y enfoqué manualmente a una distancia media. Solo quedaba esperar a que algún rider cruce por el encuadre en el momento justo.


    Rider recortado en contraluz, con halo de polvo y luz

    Una silueta bien marcada y ese brillo en el aire. Paracas se lució.


    Ese polvo fino que flota por el aire le da un toque especial a las fotos. Hace que la luz se difunda distinto, más suave, con un efecto casi cinematográfico. No necesitás tener el último equipo si sabes usar lo que tienes a tu favor.


    Edición en OM Workspace

    De regreso, abrí los RAWs en OM Workspace. Bajé un poco las altas luces, levanté apenas las sombras para no perder la sensación de contraluz, y ajusté claridad y microcontraste para resaltar detalles.


    Comparación antes/después o recorte de detalle procesado

    El archivo RAW de la E-520 tiene lo suyo si se expone bien. No hay que subestimarla.


    ¿Y la cámara?

    La Olympus E-520 no es rápida, no tiene enfoque moderno ni todas esas cosas nuevas. Pero si sabes cómo sacarle el jugo, responde bien. El lente Zuiko 40-150mm me dio el alcance ideal para capturar la acción sin meterme al agua.


    Rider en acción o salto capturado con 150mm

    Buen alcance, buena luz, y paciencia. Así sale.


    Cierre

    Paracas es ideal para los que practican kitesurf, pero también es un excelente lugar para practicar fotografía de acción. Con viento parejo, una luz dorada y un entorno limpio, tienes todo para lograr buenas tomas. No necesitas el último modelo de cámara, solo conocer bien la que tienes y estar listo para disparar cuando la escena se pone buena.