El Motorshow de 1996: Mis Primeras Fotos con la Praktica MTL5

Hay momentos que nos marcan sin que lo sepamos. Para mí, uno de ellos ocurrió en el Jockey Plaza, en el entonces imponente Motorshow de 1996, rodeado de autos brillantes, gente curiosa, y la promesa de un futuro que rugía como motor V8. Yo estaba ahí, con mi primera cámara: una Praktica MTL5, orgullosamente colgada al cuello, cargada con película y expectativas.

Una cámara de acero… y emociones

Se la pedí prestada a mi mama, quien atesoraba esta cámara. La Praktica MTL5 no era precisamente moderna ni ligera. Era de esas cámaras de verdad: de metal, mecánica, pesada y con un obturador que sonaba como si el tiempo se abriera paso. Montaba un lente 50mm, y si bien en ese momento no sabía nada de aperturas ni profundidad de campo, había algo magnético en mirar por el visor y congelar el instante.

Y ahí estaba yo, entre Ferraris, Mercedes Benz, Camaro y toda una generación de autos noventeros que hoy ya son clásicos. La mayoría de asistentes usaban cámaras compactas o desechables. Pero yo tenía una réflex de verdad. Y eso se sentía distinto.

El Motorshow, una pasarela de fierros

Recuerdo cómo la luz se colaba por los ventanales del Jockey, cayendo justo sobre el capó de un Honda Prelude rojo, delineando sus curvas como si la carrocería hubiera sido esculpida por un artista. Yo apunté, enfoqué con ese enfoque manual que era todo menos rápido, y disparé.

Una y otra vez. No tenía idea cuántas fotos saldrían bien. Solo sabía que algo en mí se activaba cada vez que apretaba el obturador. Ese día, aprendí a observar los reflejos, a moverme con la luz y a componer con los elementos que tenía delante. No era solo una feria de autos. Era un laboratorio visual.

Cuando revelé el rollo…

Pasaron algunos días. Fui al laboratorio con mi rollo de Kodak Gold 200, y esperé con ansiedad. Cuando tuve las fotos en mano, algo en mí cambió. Los colores eran intensos, el contraste tenía personalidad, y había una textura que no he vuelto a ver igual en lo digital. Incluso las fotos movidas tenían alma.

Vi el resultado y pensé: ¿Esto lo hice yo? ¿Con esta cámara prestada por el destino?

1996, los autos y el ojo que se abría

Hoy, casi 30 años después, esas fotos siguen teniendo una fuerza especial. No por la nitidez, sino por lo que capturan. Una época. Una emoción. Un inicio. El Motorshow fue solo una excusa. En realidad, fue mi primer ensayo de fotógrafo. Ahí descubrí que una cámara puede ser una extensión del ojo… y del corazón.

Sigo fotografiando autos, ciudades, personas y detalles. Pero esa Praktica MTL5 fue la que me dio el primer empujón. Y el Motorshow 1996, el primer escenario.

Las fotos

Revisando mis archivos, encontré los escaneos de ese rollo mágico. Las comparto aquí, como testimonio visual de una época donde los autos eran más mecánicos, el diseño era pura emoción, y la fotografía era un ritual.

Lo que vi y capturé:

  1. Ferrari F355 Berlinetta (amarillo)
    Un clásico absoluto de los noventa. Motor V8, líneas perfectas. Este fue uno de los autos que me hizo entender lo que era el diseño italiano.
  2. Chevrolet Camaro Convertible (cuarta generación)
    Rojo encendido, brutalmente noventero. Línea agresiva, capota abierta.
  3. Chevrolet Cavalier Convertible
    Más sencillo que el Camaro, pero con el mismo espíritu americano de libertad sobre ruedas.
  4. IndyCar – Marlboro Team Penske #9
    Un bólido de otro mundo. Puro nervio y velocidad. Posiblemente un Penske PC-24 con motor Mercedes-Benz.
  5. Fórmula 1 – Peugeot/McLaren (Marlboro, #7)
    No sé si fue un modelo real o uno de exhibición, pero tenía toda la actitud de la era Prost / Häkkinen.
  6. Ford Mustang Fastback 1965 – blanco con franjas azules
    Un clásico entre clásicos. La matrícula peruana lo hacía aún más especial. Probablemente una réplica GT350.
  7. Otro monoplaza Marlboro (CART/F1)
    La presencia del Marlboro Team fue abrumadora. Era imposible no sentirse en un paddock de verdad.
  8. Concept Car futurista (microcar)
    Nunca supe su nombre. Podría haber salido de una película de ciencia ficción. Vidrios polarizados, diseño redondeado, ruedas parcialmente carenadas. Quizás un concepto nacional.

Cámara usada: Praktica MTL5

  • Formato: 35mm (film)
  • Lente: 50mm f/1.8
  • Medición de luz interna
  • Carga manual, disparo mecánico
  • Film: Kodak Gold 200