Categoría: hardware

  • Poly Voyager 6200 UC: El Aliado Inesperado que Me Acompañó en la pandemia

    Poly Voyager 6200 UC: El Aliado Inesperado que Me Acompañó en la pandemia

    Cuando la pandemia llegó y el mundo se cerró puertas adentro, muchos tuvimos que adaptar nuestra vida profesional al entorno más familiar de todos: nuestra casa. Como informático, esa transición implicaba mantenerme conectado, atento y cómodo durante largas jornadas frente al monitor. Fue entonces cuando descubrí los Poly Voyager 6200 UC, unos auriculares que, se convirtieron en una herramienta clave para mi trabajo remoto… y algo más.

    Una forma distinta de llevar el sonido

    A diferencia de los audífonos tradicionales con diadema o intraauriculares pequeños, los Voyager 6200 UC apuestan por un diseño neckband, es decir, una banda flexible que descansa sobre el cuello mientras los audífonos cuelgan suavemente de cada lado. Al principio pensé que sería incómodo, pero estaba completamente equivocado. Esa banda se volvió casi imperceptible con el uso diario y ofrecía una estabilidad que agradecí mucho durante llamadas largas o al moverme entre ambientes.

    Comodidad que no pasa desapercibida

    Lo que más me sorprendió fue lo cómodos que eran incluso tras horas de uso laboral continuo. No generaban presión en las orejas ni calor excesivo como otros modelos que había probado antes. Además, el diseño me permitía quitarlos fácilmente para salir a caminar un rato por el jardín, sin necesidad de desconectarlos del todo.

    Cancelación de ruido activa: paz mental en medio del caos

    En aquel momento costaron como 300 dolares, pero uno de los puntos más fuertes, y tambien, los que me decidieron a hacer la compra de los Voyager 6200 fue su cancelación activa de ruido (ANC). En una casa donde el sonido del timbre, los autos, o simplemente el ambiente del vecindario podían ser impredecibles, contar con esta tecnología me permitió mantener la concentración sin distracciones.

    Además, los micrófonos incorporados ofrecían una excelente captación de voz, algo que mis compañeros de trabajo notaban cada vez que me conectaba a reuniones en Zoom o Teams. Nunca tuve que repetir lo que decía, ni disculparme por el ruido del entorno.

    Tres años de uso intensivo y constante

    Quizás lo más impresionante fue su durabilidad. Los utilicé casi a diario durante tres años. Desde marzo de 2020 hasta bien entrado el 2023, los Poly Voyager 6200 me acompañaron en reuniones, llamadas técnicas, grabaciones ocasionales y hasta algunas clases virtuales que di como invitado.

    La batería se mantuvo sólida durante casi todo el ciclo de vida, con una autonomía de aproximadamente 9 horas de conversación. Incluso hacia el final, cuando ya notaba algo de desgaste, seguían funcionando con una dignidad admirable.

    Reflexión final

    No suelo escribir sobre tecnología de audio en este blog, pero esta vez sentí que lo ameritaba. Los Poly Voyager 6200 UC no solo me ofrecieron calidad sonora, comodidad y confiabilidad, sino que fueron parte de una etapa muy especial y desafiante de mi vida profesional.

    En un contexto donde cada herramienta contaba, estos auriculares no fueron un simple accesorio, sino una extensión de mi capacidad de seguir trabajando, comunicándome y adaptándome.

  • Dell Latitude 5480: La Laptop de Batalla que no Sabías que Necesitabas

    Dell Latitude 5480: La Laptop de Batalla que no Sabías que Necesitabas

    Hay equipos que simplemente hacen su trabajo. Y luego está la Dell Latitude 5480, una laptop empresarial de otra época (sí, cuando Dell hacía máquinas de verdad) que todavía puede dar batalla en 2025 si sabes cómo aprovecharla.

    Dos cerebros gráficos, un solo cuerpo

    Una de las sorpresas más gratas fue descubrir que esta laptop no solo tiene una GPU integrada Intel HD, sino que también cuenta con una NVIDIA GeForce 930MX discreta. Eso la hace ideal para tareas ligeras de edición, codificación de video con HandBrake, o incluso para transmisiones por StreamYard sin que el ventilador suene como turbina de avión.

    Y sí: he transmitido en vivo con ella usando StreamYard sin problemas. La GPU NVIDIA ayuda a descargar parte del trabajo, y el procesador Intel i5 de séptima generación aún tiene fuerza cuando se combina con un buen SSD y 16 GB de RAM.

    Ripeando DVDs y BlueRays como en los viejos tiempos

    Una de las razones por las que esta máquina sigue conmigo es que puede con HandBrake sin chistar. La uso para rippear DVDs y convertirlos en archivos MKV de buena calidad. Con el perfil H.264 y el soporte de hardware de la 930MX, se puede lograr una compresión decente sin tener que esperar una eternidad. No es una estación de edición, pero hace su trabajo.

    Para fotógrafos viajeros: un tanque que no te deja tirado

    Viajar con la Latitude 5480 es como llevar una cámara réflex antigua: pesa, pero sabes que no se va a romper. La carcasa es firme, el teclado es excelente para escribir en movimiento (sí, este artículo fue escrito en ella desde una cafetería en Cusco), y la pantalla tiene el brillo justo para editar una foto en Lightroom sin que el sol te gane la batalla.

    ¿Es liviana? No. ¿Es sexy? Tampoco. Pero si lo tuyo es viajar con poco presupuesto, sin miedo a que te roben la última MacBook de 3 mil dólares, esta Dell es perfecta. Incluso resiste más de lo que esperas, desde golpes en una mochila hasta alguna que otra caída leve (sí, ha pasado… y sigue viva!).

    Fotografía y otras facilidades

    Además de su robustez, esta laptop tiene algunos detalles que la hacen amigable con el trabajo fotográfico:

    • Lector de tarjetas SD completo, algo que ya es una rareza en laptops modernas.
    • Varios puertos USB-A y USB-C, útiles para conectar cámaras, lectores externos y discos duros sin adaptadores.
    • Pantalla mate antirreflejo, que aunque no es 100% AdobeRGB, se defiende bastante bien con una calibración rápida si necesitas revisar tus RAWs antes de subirlos.
    • Firmware actualizado desde la BIOS de Dell, lo que mejora la compatibilidad con periféricos actuales (incluyendo algunos lectores de tarjetas modernos y SSDs NVMe). (De hecho descargue la ultima actualización y se la aplique)

    Especificaciones técnicas clave

    Porque a veces también nos gusta ver los números:

    CaracterísticaDetalle
    ProcesadorIntel Core i5-7300U (7ª generación, 2C/4T, hasta 3.5 GHz)
    GPUIntel HD Graphics 620 + NVIDIA GeForce 930MX (2 GB DDR5)
    RAM16 GB DDR4 (ampliable a 32 GB)
    AlmacenamientoSSD de 512 GB (SATA o NVMe, según configuración)
    Pantalla14″ Full HD (1920×1080), antirreflejo, IPS en algunas versiones
    Puertos3x USB 3.0, 1x USB-C, HDMI, VGA, RJ-45, lector SD, combo jack audio
    PesoAproximadamente 1.6 kg (se siente más robusta de lo que parece)
    Sistema OperativoWindows 10 Pro (compatible con Windows 11 en muchos casos)
    FirmwareActualizable vía BIOS Dell, compatible con actualizaciones recientes

    ¿Vale la pena en 2025?

    Sí. Si encuentras una Dell Latitude 5480 usada en buen estado, con el firmware al día, una batería decente y un SSD rápido, es una de las mejores laptops para tareas mixtas sin gastar una fortuna. No va a reemplazar tu workstation, pero puede acompañarte en el viaje, en la mochila y en el día a día con una confiabilidad que ya no se encuentra tan fácil.

  • Cómo estoy usando adaptadores CF a SD para revivir mis cámaras DSLR antiguas

    Te soy sincero: me cuesta desprenderme de mis cámaras. No porque tengan algún valor sentimental raro, sino porque todavía toman buenas fotos. Tengo un par de DSLR antiguas que siguen firmes, pero había un problemita: usan tarjetas CompactFlash (CF), esas cuadradas que hoy en día son un dolor de cabeza para conseguir.

    No solo están escasas, sino que algunas vienen falladas, otras cuestan como si fueran de oro, y al final terminas guardando la cámara por flojera. Pero hace poco descubrí unos adaptadores CF a SD y, honestamente, me han salvado.

    ¿Qué son estos adaptadores?

    Básicamente, son adaptadores con forma de tarjeta CF, pero con una ranura para tarjetas SD (o microSD con adaptador). Los metes en la cámara tal cual, y esta piensa que le has puesto una CF de toda la vida, cuando en realidad estás usando una SD que puedes comprar en cualquier esquina del centro o en línea por cuatro soles.

    ¿Funcionan bien? ¿O es otra estafa más de internet?

    Funcionan bastante bien. Los he probado en mis Olympus e-520, Nikon D300s y una Nikon D200, y las tres, reconocieron la tarjeta sin chistar. Obviamente no todos los adaptadores son iguales —los más baratos a veces fallan o son lentos—, pero si compras uno decente y usas una SD de buena marca, te va a ir bien.

    Incluso he podido usar tarjetas SDHC de 16GB y SDXC de 32GB sin problemas. La cámara no se entera de nada.

    ¿Qué ganas con esto?

    • Disponibilidad: las SD están por todos lados.
    • Precio: son más baratas que un almuerzo en Miraflores.
    • Capacidad: puedes usar 32, 64 o hasta 128GB si tu cámara lo aguanta.
    • Velocidad decente: para RAW, JPG y ráfagas moderadas, sin drama.

    Pero no todo es perfecto

    Hay que decirlo. No esperes velocidades de tarjeta CF profesional. Si vas a hacer ráfagas eternas o grabar video en alta resolución, puede que se quede corta. Además, algunas cámaras antiguas no aceptan tarjetas muy grandes. Pero para fotos normales, de calle, retratos, incluso eventos tranquilos, va perfecto.

    Entonces, ¿vale la pena?

    Para mí, sí. Totalmente. Por menos de lo que cuesta una CF usada (y dudosa), puedes conseguir un buen adaptador y un par de SD confiables. Y listo, tu cámara vuelve a la vida como si nada. Te juro que desde que los tengo, he vuelto a sacar mis cámaras viejas sin miedo.


    Conclusión

    Si tienes una DSLR antigua en el fondo del cajón, dale una segunda oportunidad. Estos adaptadores CF a SD son una solución sencilla y barata que funciona. En mi caso, fue la excusa perfecta para volver a disparar con equipos que ya no hacen falta explicar: simplemente siguen siendo buenos.

  • El Visor de Otro Mundo: Una Pieza Espacial para la Nikon F3

    Nikon DA-2 viewfinder
    Visor Nikon DA-2 a lado del visor estándar de Nikon F3

    Algunos accesorios no solo mejoran la experiencia fotográfica, también cuentan una historia. Este es uno de esos casos. Caminando por Polvos Azules, uno de los santuarios de tesoros fotográficos escondidos en Lima, me topé con algo que, de lejos, parecía una Nikon F3 HP destartalada. Pero lo que captó mi atención no fue el cuerpo en sí, sino lo que tenía montado: un visor enorme, fuera de lo común, casi desproporcionado. Me acerqué, pregunté y, sin muchas vueltas, supe que me lo tenía que llevar.

    Un visor pensado para el espacio (quizá literalmente)

    No hay inscripción que lo confirme, pero estoy convencido de que este visor fue diseñado para uso espacial. ¿Por qué? Fácil: el tamaño. Este accesorio no es cualquier cosa: amplía la imagen del visor estándar de la Nikon F3 y permite una visualización cómoda incluso con obstáculos como… digamos, un casco de astronauta. La teoría no es descabellada si recordamos que la Nikon F3 fue la cámara elegida por la NASA para múltiples misiones espaciales en los años 80 y 90. No sería raro que este visor se haya desarrollado pensando en facilitar el encuadre en condiciones extremas, donde mirar por un visor tradicional sería imposible.

    Datos técnicos del visor (para los curiosos):

    • Compatible con la Nikon F3 y F3HP (High Eyepoint)
    • Aumenta el campo visual del visor
    • Ideal para personas que usan gafas o necesitan mayor distancia ocular
    • Montaje directo mediante sistema de liberación de la tapa del pentaprisma
    • Construcción metálica robusta, con recubrimiento de goma en el ocular
    • Sin sistema óptico complejo: es una lente ampliadora de alta calidad

    No tiene nombre grabado, no hay manual ni referencia oficial en internet. Pero funciona como si fuera parte del diseño original de la cámara.


    La compra que no planeaba (pero agradezco)

    Esa Nikon F3 HP estaba en mal estado, parecía condenada al olvido. Pero el visor estaba intacto. Se lo compré al vendedor por separado, junto a una tapa de acoplamiento para el motor de arrastre MD-4, que me dejó por 10 soles (unos 3.5 dólares). Un precio simbólico para algo que, para mí, tiene un valor histórico y funcional incalculable.


    En ruta con la Nikon F3: Huancayo, Jauja y Rupac

    A pesar del volumen, este visor ha cambiado la forma en que compongo mis fotos analógicas, especialmente en paisajes. Lo he usado en varias salidas a la sierra peruana, donde la luz, la altura y los paisajes hacen que cada cuadro valga la pena.

    En lugares como Huancayo, Jauja o Rupac, compuse tanto en película como en digital. Pero la experiencia de mirar a través de este visor, con ese encuadre amplio y despejado, es algo que no se puede replicar en una pantalla LCD. Es una forma más consciente y lenta de fotografiar, más conectada al entorno. Y sí, también más disfrutable.


    ¿Vale la pena usar este visor hoy?

    Definitivamente sí, si eres amante de la Nikon F3 y buscas una experiencia más cómoda al componer tus tomas. No es práctico para callejear, pero en fotografía de paisaje, arquitectura o retrato tranquilo, transforma por completo la ergonomía de la cámara. Además, como pieza de colección, tiene un aire de rareza que la hace aún más valiosa.